Lluvia Creciente – Capítulo 47: Primera tarjeta

Hora: 1:20 AM

“Solo descansaremos el tiempo suficiente, debemos seguir adelante y encontrar un buen lugar para resguardarnos del enemigo que nos asecha.”

Afuera, entre los arboles de la gran selva toxica, aun habían mercenarios dispersados. Sin sus respectivos líderes de escuadrón, estos se limitaron a buscar refugio mientras pensaban en volver a la frontera.

Por alguna razón la radio no estaba funcionando a largas distancias. La conclusión más certera, fue que debía haber algún dispositivo causando interferencia, limitando el uso de la radio a distancias mayores a los 100 metros.

“Los únicos seres con la suficiente inteligencia y odio como para hacer todo esto son demi-humanos, estoy seguro de ello.”

“Es lo más seguro, sin embargo, conocer tan bien el entorno como para atacar a escondidas es demasiado, ni siquiera los hemos podido ver con los lentes de visión nocturna.”

“Eso sin mencionar el problema que están causando con la señal. Dudo mucho que esto sea causado por algún efecto natural.”

“Nos confiamos demasiado pensando que solo encontraríamos bestias. De haber sabido esto, hubiera traído mis lentes de visión térmica.”

“…” (Alize)

De los seis mercenarios que estaban descansando ocultos entre la maleza, Alize se encontraba entre ellos.

Ella se topó con dos de ellos mientras intentaba evitar el enfrentamiento contra bestias. Luego de eso, los tres se toparon con otros tres mercenarios mientras culminaban la eliminación de una bestia Latifron. En estos momentos, Alize solo se limitaba a recuperar energías mientras escuchaba como criticaban y despreciaban aquellos que eran de su misma raza.

(Siempre lo mismo. Solo quiero volver con James y Olivia, pero estos se la pasan deteniéndose y descansando cada que escuchan un sonido extraño. No son más que excusas, y así se hacen llamar mercenarios rango B y C.) (Alize)

Cuando por fin el grupo comenzó a movilizarse de nuevo, luego de unos minutos de caminata, uno de ellos encontró una señal en particular.

“Que extraño. Aunque las comunicaciones a larga distancia están siendo interferidas por algo, estoy recibiendo una débil señal de socorro.”

“¿Qué es lo que te parece extraño? Todos estamos en grandes problemas con estos ataques con las lanzas.”

“Me refiero a la distancia. La señal de radio es débil. Si la señal se está emitiendo a plena potencia, eso quiere decir que está bastante lejos.”

“¿Y si solo esa emitiendo a baja potencia? Quizás esta cerca, ¿no?”

“También es posible, sin embargo, sería algo extraño que el tipo de señal de emergencia fuera emitida a baja potencia.”

“¿Sabes qué? Estoy cansado tanto física como mentalmente, preferiría no tener que pensar demasiado al respecto, así que solo vayamos hacia la jodida señal de socorro y ya, ¿les parece?”

“Por mí, bien, incluso es posible que nuestros compañeros hayan pensado igual que nosotros.”

“Bien, como sea.”

“Está bien.” (Alize)

“OK.”

“Vamos entonces.”

*-*-*

Hora: 1:30 AM

“¿Y qué hacen en este lugar?” (Roderick)

“Aquí en el centro de investigación la cúpula, nosotros nos encargamos de estudiar los diversos tipos de bestias para estudiar formas de utilizar sus componentes biológicos para el desarrollo de mejoras que beneficien a la humanidad.” (Isaac)

“(En otras palabras, usan partes de los cuerpos de las bestias como materia prima para sus inventos. Interesante.)” (James)

Luego de que James descubriera que no podría salir del edificio, al menos no hasta dentro de una hora, este no tuvo de otra que resignarse a esperar, sin embargo, estar sentado sin hacer nada mientras había un gran problema dentro de las instalaciones le parecería descuidado de su parte, así que decidió ayudar en lo que pudiera.

Los mercenarios en mejor condición se reunieron para conformar un grupo con el fin de proporcionar la ayuda necesaria a los científicos de la cúpula.

Llevaron a los que estaban heridos hacia la zona de la enfermería, de esta manera serian atendidos en la medida de lo posible. Las heridas fueron atendidas previamente aplicando los primeros auxilios, sin embargo, ya que tenían a disponibilidad a una médica especialista, querían aprovechar la oportunidad para que les atendieran.

Dichas heridas iban desde laceraciones y contusiones recibidas al enfrentar a las bestias por el camino, hasta grandes lesiones causadas por roces al intentar esquivar las lanzas, e incluso perforaciones en zonas no letales del cuerpo. Las hemorragias apenas lograron ser detenidas con una espuma medicinal y el dolor fue calmado con tranquilizantes y morfina.

“Tal y como dije, las únicas vías disponibles son las rutas y pasadizos de mantenimiento. Una vez que estén abajo, tendrán varios terminales como este alrededor de las instalaciones.” (Isaac)

Mientras el científico Isaac se daba la tarea de explicar a los mercenarios algunos detalles importantes para realizar la incursión hacia los pisos inferiores, también los guiaba hacia la zona de mantenimiento. En el camino, este aprovecho la oportunidad para mostrarles uno de los terminales instalados en la pared. Para James, estos dispositivos tenían un diseño muy similar a las computadoras de escritorio, solo que estas en frente de él eran un poco más pequeñas, pero no tanto como para considerarse computadoras portátiles.

“La mayoría de los terminales deben de estar bloqueados. Las únicas excepciones son aquellos colocados para uso general. En ellos podrán encontrar mapas de las zonas que les ayudarán para ubicarse mejor. También debo mencionar que hay ciertas puertas a las que se necesitan ingresar contraseñas para poder abrirlas. Si encuentran los terminales asignados a los supervisores, entonces todo les será más fácil, ya que desde ellos es que se envían las contraseñas. Por último, un consejo que les doy, es acceder a los módulos de seguridad, ahí encontraran armas y municiones que les será de ayuda. También deberían llevar extintores por si se topan con algún incendio.” (Isaac)

(Extintores… Si ocurre un incendio ahí abajo con todas esas bestias en los alrededores, creo que nos podemos dar por muertos.) (James)

“Entendido, tendremos en cuenta toda esa información.” (Roderick)

“Recuerden la imagen que les mostré de las tarjetas de acceso especial. Son metálicas y tienen el mismo diseño, así que no debería hacer problemas en reconocerlas.” (Isaac)

“Si, entonces, vamos entrando.” (Roderick)

Una vez que estuvieron preparados, los mercenarios bajaron por una de las escaleras de mantenimiento, ya que los elevadores principales se encontraban desactivados.

Una vez que todos llegaron abajo, tuvieron que seguir por un largo pasillo. Varias tuberías y cajetines eléctricos recorrían las paredes. La iluminación no presentaba fallas, cosa que agradecieron en su interior, aunque eso solo era el comienzo. Cuando llegaron al final del pasillo se encontraron con una puerta cerrada, pero por suerte no tenía seguro.

Del otro lado de la puerta encontraron una habitación aún más grande con varias cajas de madera apilada sobre unos estantes.

“¿Esto es alguna especie de almacén?” (Roderick)

“Parece un espacio que usaba el equipo técnico para almacenar piezas y componentes de repuesto.”

Quien había hablado, era Ange, una mercenaria rango A que terminó siendo separada de su grupo, el escuadrón 3, debido al repentino ataque de los tentáculos al igual que James. Ella al igual que el resto de los mercenarios en ese lugar, llegaron a las puertas de la cúpula gracias a la señal de socorro. Esto permitió que ella se pudiera reunir de nuevo con sus compañeras. De los seis miembros del grupo (incluyendo a la líder), una de ellas había resultado muerta, mientras que otras dos terminaron con heridas delicadas. En estos momentos, las tres que aun podían combatir estaban colaborando para la eliminación de las bestias.

“Por aquí hay un elevador de carga que se encuentra operativo, podríamos usarlo para bajar.”

El siguiente en hablar fue un mercenario rango C, llamado Kaede. Su grupo fue el denominado como escuadrón 7, sin embargo, de los 4 miembros que tenían, perdieron a 2, y uno de ellos era su líder. Esto hizo que él quedara cómo el líder temporal de su grupo, ya que su otra compañera recibió una herida en una de sus piernas y no estaba en condiciones para tomar buenas decisiones.

Después de descender por el ascensor de carga, el grupo siguió su camino por otro pasillo. Por el recorrido de tuberías que había por las paredes, era evidente que aún estaban por la zona de mantenimiento, pero no duraron demasiado en ese lugar. Pronto encontraron otro ascensor. El lugar al que este los llevo, fue un complejo de oficinas.

“Este ascensor nos ha dejado en el sector B. Tendremos que buscar una ruta para llegar al sector C. Busquen un mapa entre los terminales que vean por los alrededores para poder guiarnos por el camino correcto.” (Roderick)

El grupo de mercenarios no avanzó demasiado cuando tres bestias se percataron de su presencia. Furiosas, mostraron sus dientes y acortaron distancias desplazándose a gran velocidad. No obstante, los mercenarios eran mayor en número, por lo que no tardaron en encargarse de todas ellas.

“Por el comportamiento de estas bestias, no parece que estén al acecho. Es más como si atacaran por rabia y no por caza.” (Lizi)

“¿No todas las bestias actúan así?” (Kaede)

“A las bestias les gusta marcar territorios como si fueran suyos, pero al momento de que alguien no invitado entra en un territorio recién tomado, estas suelen ser precavidas antes de atacar. Luego de que están adaptadas a su nuevo territorio es que ellas optan por lanzarse contra los invasores inmediatamente.” (Lizi)

Antes de que pudieran hacer otra cosa, otro grupo de bestias se acercaron debido al sonido de los disparos y sus voces. Tan pronto se acercaron no dudaron en lanzarse contra los mercenarios, pero estos enseguida apuntaron sus armas en respuesta, eliminándolos con rapidez.

“Debemos apresurarnos en avanzar, luego de que encontremos algún lugar relativamente seguro podemos darnos el lujo de analizar mejor lo que esté sucediendo. Recuerden evitar que nos rodeen, así que estén atentos en todo momento de su entorno.” (Roderick)

*-*-*

Hora: 1:45 AM

Pasaron varios minutos mientras revisaban cada una de las terminales que encontraban.

“¿Hmm? Que extraño…” (James)

Dentro de una de las oficinas, James se detuvo por un instante, ya que algo no le parecía ir bien.

“Hay manchas de sangre dentro de algunas oficinas, pero no se ven cuerpos por ningún lado. ¿Acaso fueron devorados por las bestias?” (James)

“Ahora que lo pienso, tienes razón.” (Kaede)

Kaede, que pasaba cerca de la oficina donde estaba James, escuchó sus palabras. Pensando que eran dirigidas hacia él, se apresuró en responder para dar su opinión al respecto.

“¿Has notado alguna otra cosa extraña?” (James)

“No, pero estaré atento.” (Kaede)

El grupo de mercenario estuvo avanzando de a poco en poco hasta que por fin encontraron un terminal con el plano completo del sector B.

“Ya era hora. Descarguen una copia del mapa a sus PDA.” (Roderick)

Luego de dar un vistazo al mapa de ese completo de oficinas se dieron cuenta de lo extenso que era. Por suerte, habían varios elevadores distribuidos alrededor de ese sector, solo tendrían que encontrar alguno que aun funcionara para bajar al sector C.

“¿Soy solo yo, o se pueden escuchar varios sonidos extraños cada vez más cerca?” (Ange)

“Yo también los escucho, deben ser las bestias.” (James)

Cuando menos se lo esperaron, el techo falso hecho con placas de escayola colapsó justo arriba de ellos, dejando caer unas pequeñas bestias. Eran crías de bestia Rattus.

“¡Qué carajos!” (Roderick)

No fue complicado eliminar a todas las bestias, sin embargo, el estado de ánimo de los mercenarios iba cada vez más en picada.

*-*-*

Hora: 1:55 AM

“Por un trabajo tan exhaustivo como este deberíamos de cobrarle una buena cantidad a esos científicos, ¿no les parece?” (Edgar)

El líder del escuadrón 6 que había estado callado hasta ahora, fue quien de repente hizo la sugerencia.

“Preferiría centrarme en culminar la mision antes de pensar en eso.” (Lizi)

Como Lizi era la líder del escuadrón 3, dio una respuesta rápida y concisa.

“Eso lo entiendo, pero no hemos avanzado demasiado cuando ya llevamos eliminados a unas cuantas bestias. Solo digo que deberíamos tener eso en cuenta. A medida que incremente el peligro, deberíamos de aumentar también el total a cobrar.” (Edgar)

(¿En serio está hablando de eso en este momento?) (James)

“Entiendo lo que quieres decir, pero lo que Lizi está diciendo es que no es el momento para pensar en eso. Debemos estar concentrados en nuestros alrededores y no distraernos pensando en otras cosas.” (Roderick)

“Entiendo, entiendo. Imagino que ustedes los rangos altos no están pensando en combatir contra bestias por el resto de sus días, ¿no? Después de reunir suficiente dinero deben pensar en retirarse de este exhaustivo trabajo.” (Edgar)

Lo que Edgar decía no era del todo incorrecto. Usualmente, en algún momento de sus vidas los mercenarios decidían colgar su armas y armaduras en la pared, posiblemente cuando falte poco para alcanzar los 40 años. En ese momento, regularmente ya habrían reunido una suma suficiente para tener un retiro cómodo y pacífico libre de problemas para el resto de sus vidas. No obstante, a lo que Lizi y Roderick se referían, no era lo contrario, sino que estaban en una situación complicada y no era el momento para hablar de eso.

“Chico, ¿a qué quieres llegar? ¿Acaso te parece que a las bestias les importe un comino lo que vamos a cobrar? Céntrate en la mision, y si quieres, luego de que salgamos de esta selva nos invitas un trago para hablar de eso.” (Roderick)

Por el tono de voz de Roderick, era perceptible que se estaba molestando debido a que surgió ese tema fuera de lugar, y él no era el único.

(Pensar que Edgar es un mercenario rango C. Ni un novato rango D como yo sé está comportando de esa manera.) (James)

*-*-*

Hora: 2:00 AM

“Hmm, según el mapa, debemos seguir pasando esta puerta, sin embargo, nos está pidiendo una clave de acceso. ¡Separémonos para revisar los terminales en los alrededores, esa clave debe estar por aquí cerca!” (Roderick)

La puerta de la que Roderick se refería era una que media unos dos metros, hecha de acero y con un panel justo a su lado con un teclado numérico. La pantalla mostraba seis espacios que debían ser llenados con los respectivos números de la clave.

Mientras los demás se daban la tarea de revisar los terminales, James se quedó observando dicho panel.

“…” (James)

Luego de intentar recordar por unos segundos, como si la mente de James se iluminara, rápidamente presionó una secuencia de números. 1.4.2.8.5.7. Seguido de eso presionó el botón de ingresar, y luego de un par de segundos que el sistema analizara la clave ingresada, la puerta se abrió deslizándose horizontalmente.

El ruido de la puerta abriéndose hizo que los demás en las cercanías volearan la mirada en su dirección. Estando sorprendidos, estos vuelven donde James para preguntar lo que había hecho.

“Encontré la clave en uno de los terminales que estuvo revisando cuando buscábamos el mapa de este sector. Solo tenía una duda sobre si el ultimo digito era el 7 o el 1, pero veo que no me equivoqué.” (James)

“Bueno, sigamos. Debemos descender al sector C lo antes posible.” (Roderick)

Tras haber pasado por la puerta, varios sintieron como el entorno se sentía diferente. Algunos de los bombillos no iluminaban correctamente, pero no parecía ser por problemas de energía eléctrica, ya que el aire acondicionado se sentía bastante más frio en comparación al lugar anterior. No obstante, lo que afirmó sus presentimientos fue un ligero olor a hierro en el aire.

“Este lugar está muy silencioso. No me da un buen presentimiento.” (Roderick)

Luego de avanzar un poco más por las oficinas, el grupo de mercenarios se encontró con un montón de cuerpos apilados unos encima del otro. Por sus uniformes, la mayoría debían ser parte del equipo científico, mientras que los otros que parecía llevar uniformes con armaduras de combate debían ser de la fuerza de seguridad.

“Ugh…” (Ange)

“Así que aquí es donde reunieron todos los cuerpos… Pero hay algo que no entiendo, ¿cómo hicieron para traer hasta aquí los cuerpos de aquellos que estaban del otro lado de la puerta?” (Edgar)

“¿Hmm? Esto…” (Roderick)

Entre los cuerpos del equipo científico, Roderick encontró una tarjeta metálica, su diseño era idéntico a las imágenes mostradas por Isaac, sin embargo, esta en sus manos no era azul ni verde. El color de esta tarjeta de acceso especial era amarillo.


Si ven algun error, lo comentan y se arregla.


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