Lluvia Creciente – Capítulo 44: Encuentro inesperado

Cuando el tentáculo que sujetaba a James se detuvo, este pudo observar más detenidamente su alrededor. La oscuridad de la noche dificultaba su visión, pero aun así se esforzó para reconocer el lugar donde se encontraba. Aunque de haber sabido lo que vería a continuación, hubiera preferido mantener su curiosidad al mínimo.

El olor a hierro impregnaba la zona. Lo que era un paisaje de grandes árboles alrededor pasó a ser una zona rocosa tintada de rojo y negro. Unos cuantos huesos tirados a un lado se podían apreciar. El hedor a carne en descomposición también llegó hasta su nariz. No obstante, para buena suerte de James, este no estaba solo en ese siniestro lugar.

A su lado estaba el líder del escuadrón 4 y segundo al mando, Braham. Mas haya estaba uno de los miembros del escuadrón 2, su nombre era Alexander.

No parecía haber rastro por ningún lado de los demás mercenarios. James se preguntó en su interior cual sería la razón, pero segundos después, aquel que los invitó a ese lugar se lo respondería.

“hUmAnOs…”

Lo que James y los demás escucharon a continuación fue una voz escalofriante, o más bien lo que parecía ser un conjunto mezclado de varias voces tanto agudas como graves.

Si no fuera por el hecho de que en el pasado había conocido a bestias que podían hablar, en este momento James también estaría impactado como los otros dos que le acompañaban.

El ser que había aparecido desde la oscuridad, era una especie entre calamar y medusa de tamaño gigante. Su color era entre negro y gris oscuro, tenía una gran boca con afilados dientes y llevaba consigo en su espalda un caparazón que era incluso aún más grande que la bestia.

Por un momento James y los demás se vieron entre ellos. Simplemente no podían hablar debido a la inmensa presión y terror que la bestia emitía. Incluso para James estaba siendo algo complicado mantener la calma. Comparado con la bestia behemoth y la bestia leviatán, esta que estaba justo ahora en frente de él era mucho más grande y aterradora.

“InsOlEntEs… UsArnOs pArA sUs prOpIOs fInEs. tAn dEsprEcIAblEs cOmO AntAñO. tEnEr quE dEspErtAr pArA vEr sU ArrOgAncIA sIn lImItEs. En El pAsAdO IntEntArOn EncErrArnOs y AhOrA quIErEn cOntrOlArnOs. ImpErdOnAblE… AcAbArE cOn tOdO lO quE UstEdEs cOnOcEn.”

Mientras la gran bestia hablada, los tres enfrente de él hacían todo lo posible para entenderle.

“pOrqUE EntrArOn En mI tErrItOrIo… hUmAnOs…”

“De repente se cayó, ¿alguno de ustedes entendió lo que dijo?” (Alexander)

Tanto James como Braham voltearon en su dirección al escuchar la pregunta. Ambos si le habían entendido.

“Pregunta que porque entramos en su territorio.” (James)

“Ah, entiendo.” (Alexander)

La bestia podía entender su conversación. Al entender que el sujeto le estaba costando entender sus palabras en comparación a los otros dos, dedujo que el flujo de la conversación tardaría más de lo esperado, así que deslizó uno de sus tentáculos alrededor de su cuello y se encargó de eliminarlo.

James y Braham abrieron los ojos de la sorpresa mientras la bestia tiraba a un lado el cuerpo del mercenario rango A. Un sentimiento de enojo surgió dentro de Braham. No entendió la razón de matarlo, sin embargo, le parecía despreciable que tratara su cuerpo como si fuera basura. James por su lado no sentía nada en particular por el sujeto, cosa que le pareció algo raro, por lo menos tendría que haberse sentido similar a Braham, pero veía el cadáver que aquel que se llamaba Alexander y no pasaba nada en particular dentro de su cabeza.

(Que extraño es todo esto.) (James)

“pOrqUE EntrArOn En mI tErrItOrIo… hUmAnOs…”

La bestia repitió sus palabras. Ellos suponían que lo decía a modo de pregunta, así que Braham estando molesto le respondió.

“¡ENTRAMOS AQUÍ PARA BUSCAR A UN CRIMINAL! ¡NO HAY RAZON PARA QUE NOS MATES DE ESA MANERA!” (Braham)

“lOs UnIcOs crImInAlEs AqUi sOn UstEdEs…”

“¡¿Qué quieres de nosotros?!” (James)

“sUs pAlAbrAs… rEspUEstAs… hOnEstIdAd…”

James no lograba entender del todo lo que quería decir, era posible que la bestia pudiera estar equivocándose en la elección de palabras, después de todo, esta no parecía ser alguien que hablara demasiado con seres humanos.

“qUE hArAn sI lOs lIbErO AhOrA.”

Los dos mercenarios se vieron de nuevo el uno al otro como si hablaran con los ojos. Uno quería que el otro respondiera primero, pero ninguno de los dos quería hacerlo. Al mismo tiempo si ninguno de los dos respondía, estaba la posibilidad de que los dos fueran eliminados y tirados a un lado, al igual que hizo con Alexander.

Al final, Braham fue quien cedió ante la presión y dio su respuesta.

“¡M-me iré de aquí, de esta selva y nunca volveré! ¡No le contare a nadie sobre ti! ¡Así que, por favor, no me mates!” (Braham)

Braham intentaba mostrar su mejor sonrisa fingida, pero lo que se veía era una ligera sonrisa nerviosa que incluso rosaba la locura.

(¿Así es como va a terminar un mercenario veterano de rango B después de verse cara a cara con la muerte?) (James)

James de alguna manera sentía simparía por Braham. Es posible que de haber estado solo en los momentos que más lo necesitaba, este también hubiera tocado fondo. Incluso después de perder a todos sus seres queridos, que eran su única hermana y su hija, prefirió sumergirse en el odio que en la locura. De hecho, estaba la posibilidad que una lo terminara llevando a la otra, pero su firmeza en conseguir su objetivo le ayudo a evitarlo. James no eliminó a la bestia behemoth esperando que sus seres queridos volvieran a la vida o algo parecido. El sentimiento de odio era algo que se arraigó en su interior y no sabía ni tenia manera de eliminarlo. En un mundo donde todo era un desastre, que era como vivir el infierno en la tierra, la constante sensación de cansancio, miedo y arrepentimiento estaban a la orden del día. No obstante, luego de cumplir con su venganza, llegó a ese mundo, 600 años en el futuro, y sintió como todo en su interior cambiaba. Como si le hubieran quitado un gran peso de encima.

Luego de que la bestia escuchara la respuesta de Braham, solo dijo una palabra.

“mEntIrA…”

Después de que la bestia diera su veredicto, este acercó sus tentáculos hacia Braham.

“NO. ¡¿Qué estás haciendo?! ¡Aleja esas cosas de mí!” (Braham)

Los tentáculos se introdujeron en Braham por su nariz, orejas y boca. Poco a poco se adentraron en su interior haciendo que su cuerpo convulsionara. Segundos después lo único que se escuchó, fue un extraño crujido que provenía desde su cabeza. Luego de eso, su cuerpo dejó de moverse.

“qUE hArAn sI lOs lIbErO AhOrA.”

Luego de lanzar a un lado el cuerpo de Braham, la bestia volvió a pronunciar las mismas palabras de hace un momento. Como James era el único que quedaba, lo más lógico sería entender que la pregunta era para él.

“Bueno… No tengo razón alguna para llevarme bien contigo. No creo que gane algo en particular diciéndole a los demás sobre ti. Solo vendrán tiempos más difíciles si lo hiciera. Yo solo quiero vivir lo que me queda de vida a mi manera y sin arrepentimientos.” (James)

“mMm… qUIEn cOntrOlA A mIs cOmpAñErOs.”

“¿Compañeros? Mmm…”

Al escuchar la nueva pregunta, James no pudo evitar sentir un frio recorriendo su espalda, la sensación de frio extendiéndose por su pecho también apareció tiempo después de eso.

Pensando en una respuesta lo antes posible, primero buscó lo que podía significar la palabra “compañero” para esa bestia. Relacionó la palabra con seres similares a él. En principio imaginó calamares más pequeños, pero se le vino a la cabeza la posibilidad de que fueran otras bestias. Si se trataba de bestias, lo único que se le ocurrió que tuviera relación con la palabra “controlar”, era la persona quien estaban buscando en la mision, el demi-humano Hamlet.

“… Si te refieres a controlar bestias, tengo entendido que un tal Hamlet tiene la habilidad para controlarlas. No sé dónde está en estos momentos, pero tengo entendido que debe estar dentro de esta selva.” (James)

“nO EstA… tAmbIEn tE EngAñArOn…”

“¿Uh? ¿No está en esta selva? Entonces, porque la mision…” (James)

“sUs pAlAbrAs… rEspUEstAs… hOnEstIdAd… bIEn…”

De repente la bestia dijo esas palabras y soltó a James dejándolo en el suelo. Una sensación húmeda y pegajosa provenía de sus botas al entrar en contacto con el suelo, pero no le dio mucha importancia, ya que aun todavía se encontraba algo dudoso de su situación.

“vUElvE… sAlIr dE mI tErritOrIO… hUmAnO…”

“Entiendo, buscare la manera de salir de aquí…” (James)

(¿Que carajos? ¿Me va a dejar ir, así como así? ¿Qué sucedió con los demás?) (James)

*-*-*

En cuestión de minutos, James salió de la zona rocosa en la que se encontraba, volviendo a la selva como tal. Esta vez sí se podía estuchar algunas bestias a la distancia, pero solo se percató de ello un tiempo después. El evento que acababa de vivir fue una experiencia única y que permanecería marcado en su interior por el resto de sus días.

“Al final no sé qué pasó con los demás.”

James no estaba seguro de si todos los mercenarios fueron arrastrados con él o si solo fueron los tres que estaban en ese momento.

La realidad, es que la bestia había arrastrado a todos buscando a los más “fuertes”. Al resto de ellos, solo los liberó en lugares diferentes, separados y a su suerte. En caso de que los primeros tres no hubieran respondido a sus preguntas, solo los eliminaría y buscaría a otros tres adicionales, después de todo, él podría conocer la ubicación de ellos siempre y cuando estuvieran dentro de su territorio.

Sumergido en la profunda oscuridad y con dificultad para ver a su alrededor, lo siguiente que James hizo fue extraer sus lentes multifuncionales para comunicarse con G.E.A.

“Hola, Gea. ¿Puedes encontrar alguna persona dentro del rango de detección de los lentes?” (James)

“Claro, señor. No obstante, debo mencionar que su pulso esta acelerado, y su cuerpo se encuentra bajo mucho estrés. Le recomendaría tomarse un momento para descansar y relajarse.” (G.E.A.)

“Está bien…” (James)

Mientras G.E.A. buscaba signos de vida en un radio extendido de 200 metros, James procuraba descansar recostado en el tronco de un árbol.

“… No detecto señales de vida… Sin embargo, a unos 110 metros al oeste de su posición parece haber una fuente de temperatura en descenso.” (G.E.A.)

“¿Temperatura en descenso? Iré a ver que es.” (James)

Tras caminar por unos minutos con ayuda de la visión nocturna, James llega a un lugar donde habían varios cuerpos en el suelo. Estos fueron decapitados y desmembrados. No se podría entender la razón para realizar tal apto de violencia.

James intentó reconocer los rostros, pero no le parecía haberlos conocido antes. Eso fue hasta que vio a uno en concreto. Fue un sujeto que estuvo en la sala de reuniones para esa dichosa mision de búsqueda y captura de Hamlet.

“Entonces, estos sujetos debían de estar en los escuadrones del 7 al 12 que fueron por la zona oeste… Espera, ¿eso quiere decir que estoy en la zona oeste?, ¿o ellos fueron traídos a la zona este? Rayos, que problema.” (James)

Pensando en tomar algunas medidas de precaución, James comienza a registrar los cuerpos. Su objetivo estaba centrado en el equipamiento y accesorios que llevaban consigo. Al terminar, James siguió adelante.

(Tengo que buscar la manera de encontrar a Olivia y Alize para luego salir de este lugar.) (James)

Usando la brújula digital en sus lentes multifuncionales, James se dirige a gran velocidad hacia el sur. No tenía manera de encontrar a las chicas, pero él intentaría volver al lugar donde estaba su campamento. Con suerte, tal vez alguien más pensaría en hacer lo mismo y de esa manera volverían a reunirse.

Luego de recorrer una gran distancia, James llevaba la cuenta de cuantas bestias llevaba eliminadas. De alguna manera eso le ayudó a mejorar un poco su estado de ánimo. No obstante, lo que sucedió a continuación lo volvió a dejar perplejo.

Faltando unos pocos kilómetros para llegar a la zona que James calculaba que estaba el campamento, los sensores en los lentes se disparan, mostrando una señal de energía térmica. Según su temperatura, esta debía ser la de una persona.

Al llegar a la ubicación marcada por los lentes, lo que se encuentra es a un niño de unos 5-6 años.

(¿Eh? ¿Esto es una broma?) (James)

El niño se cubría detrás de uno de los árboles, mientras observaba fijamente a James con una expresión de curiosidad.

James en cambio estaba algo desconcertado al respecto. Toda esta situación era demasiado extraña. Lo único que ahora se preguntaba era, ¿qué hace un niño de entre 5-6 años caminando de noche por una selva de mala muerte como esta?

“Chico, ¿y tus padres?” (James)

El niño no respondió a la pregunta de James, solo se quedó observando fijamente. Esta vez, aparte de curiosidad, también parecía tener precaución.

Viéndolo bien, sus ropas parecían ser un conjunto deportivo. Estaba sucio y algo descastado, pero teniendo en cuenta la ubicación en la que se encontraba, se veía incluso mejor que James.

“No hay nada que temer… ¿Por qué no vienes conmigo?” (James)

Debido a que el niño se acercó un poco después de que James le dijera esas palabras, este intuyó que le debía de estar entendiendo lo que decía.

Cuando el niño se acercó lo suficiente, James comenzó a utilizar su habilidad de curación en el. No tenía ni idea de si estaba herido, pero al menos podría aliviar cualquier dolencia que tuviera en caso de tenerla.

“¿Tienes hambre?” (James)

Sin esperar a que el niño respondiera, James comenzó a revisar dentro de su brazalete dimensional algo para comer. Lo que tenía a la mano eran unos paquetes de supervivencia y algo de fruta que guardaba para Alize.

(Supongo que será la fruta. Luego le comprare un poco más a Alize) (James)

Teniendo la fruta en mano, se la dio al niño. Este la olfateo por un momento, pero segundos después le dio un gran mordisco, y antes de darse cuenta, este ya se la había terminado.

“¿Te gustó? Bueno, estoy pensando en dejar este lugar, ¿quieres venir conmigo?” (James)

El niño seguía sin hablar, solo se limitó a asentir con la cabeza.

(Ahora que lo pienso, ¿a qué edad era que los niños aprendían a hablar?) (James)

“Por cierto, ¿cuál es tu nombre?” (James)

Cuando James hizo esa pregunta, el niño inclinó un poco la cabeza mientras mostraba una cara en duda. Al parecer, no sabía de lo que James estaba hablando.

“Mmm, supongo que te lo explicare luego.” (James)

Sin más dilación, James y el niño siguieron avanzando en dirección al sur.


Si ven algun error, lo comentan y se arregla.


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