Lluvia Creciente – Capítulo 43: Cálida bienvenida

Habían pasado más de 600 años desde el día que ocurrió el incidente en los laboratorios de investigación Reach. Este incidente, que dio un giro de 180 grados al desarrollo humano que se había construido por generaciones, fue lo que dotó a dichos humanos con capacidades sobrenaturales a los que llamarían como “habilidades”.

Por alguna razón, estas habilidades eran diferentes para cada persona. A lo mucho se encontrarían personas con habilidades similares, pero estas nunca iguales. Muchos factores intervenían en el proceso de asimilación de habilidades, lo que terminaba en el desarrollo de ciertas limitantes para su uso. Esto se arraigó en los genes humanos y no podían ser removidos o modificados, sin embargo, con los avances tecnológicos se ha logrado maravillas con respecto a ese tema.

En un principio, los humanos se apresuraron a clasificar a las bestias por niveles. Estos son el nivel bajo, nivel medio-bajo, nivel medio, nivel medio-alto, nivel alto, nivel demonio y el nivel infernal. Teniendo a las bestias agrupadas de esta forma podrían saber a qué peligro se estarían enfrentando, y de esta manera tomar las medidas correspondientes en el caso de toparse con una.

Con el pasar del tiempo, los humanos siguieron desarrollando nuevas tecnologías, adaptándolas a sus necesidades. Al utilizarlas en conjunto a sus habilidades, estos volvieron a retomar su puesto como el depredador más fuerte entre todas las especies. No obstante, aquellas criaturas a las que se les llamaba bestias no se quedaron atrás. Estos seres también fueron creciendo a medida que pasaban las generaciones, desarrollando nuevas facultades…

*-*-*

En estos momentos, James, Alize y Olivia se encontraban dentro de un camión militar tipo 73, junto a otros grupos de mercenarios.

El día anterior ellos se unieron a la nueva mision de emergencia, la cual trata sobre la persecución y captura de un criminal buscado desde hace más de 100 años, el demi-humano Hamlet. Según la información que les dieron durante la reunión, ese sujeto es un criminal de alto grado buscado por asesinato en masa. Tiene la habilidad de controlar a las bestias, y existen registros de que ha mandado hordas de bestias hacías pueblos y ciudades para poner a prueba lo que él llama como “experimentos”. Su habilidad sumada a su registro criminal lo han clasificado como un irregular.

Acerca de la mision, durante la reunión se mencionó que un grupo de mercenarios veteranos ya había salido a en su persecución. A ellos se les dio la denominación de escuadrón 1. Lo que tendrían que hacer los presentes en la reunión era actuar como una fuerza de apoyo para asegurar la captura del criminal.

Según el primer informe del escuadrón 1, Hamlet ha tomado rumbo hacia el norte. Como lo único que hay en esa dirección es la frontera del Reino de Santia con la Zona Prohibida, se cree que su objetivo es salir del reino para llegar a la gran selva toxica.

El transporte que actualmente utilizaban para llegar a su destino fue proporcionado por el gremio de mercenarios. En esta ocasión los militares no estarían participando de forma activa, pero mencionaron que los estarían apoyando en caso de emergencia.

Cuando James se enteró de estos se sintió algo aliviado en su interior, después de todo, aún no había pasado tanto tiempo desde lo sucedido en pueblo Gali, y lo más seguro es que todavía debían de estar buscándole. El lado bueno de esto, es que no hubo ningún militar superviviente, así que no había manera de identificarlo, al menos no de forma directa.

James se había tomado un tiempo para pensarlo detenidamente. Si los militares hacían su investigación de manera diligente, y lo más probable es que así seria, ya que fueron sus compañeros los que murieron, entonces encontrarían alguna pista que los llevara hasta él.

En su momento, lo único que se le ocurrió fueron las huellas dejadas por las botas del traje. Ya que nadie lo vio, no tenían manera visual de identificarlo. No resultó herido en ningún momento, así que no había rastro de su AND. La munición debió desaparecer luego de dispersar su proyección, así que no podían hacer pruebas de balística. Las pistas que tenían eran pocas en realidad, pero no por eso tendría que bajar la guardia y ser descuidado.

Después de que terminaran con la reunión, el personal de gremio se dirigió hacia James y Olivia. Luego de que fueran llevados a una habitación diferente, se les dio la notificación de que se les había accedido de rango. Esto fue una sorpresa para James, ya que no esperaba que fueran llamados por esa razón.

En ese mismo instante se les entregó sus nuevas tarjetas del gremio. Ahora James es un mercenario rango D, mientras que Olivia es rango C.

El hecho de ser ascendida hizo que Olivia se alegrara lo suficiente para querer celebrarlo, al parecer ella llevaba varios meses siendo rango D.

Luego de salir del gremio, James y las chicas se dirigieron hacia algunas tiendas para reabastecer munición y suministros para el viaje. El resto de la tarde, ellos conversaron sobre algunas estrategias que utilizarían en caso de que sucediera algún incidente de improvisto, después de todo, el lugar al que se dirigirían era extremadamente peligroso.

Para cuando cayó la noche, Olivia quiso celebrar, comiendo y bebiendo en el restaurante del hotel, aunque terminó por contenerse un poco por la mision pendiente.

*-*-*

“Señores, ya llegamos a la frontera con la zona prohibida. Lo que sigue es la gran selva toxica, así que, a partir de aquí tendremos que seguir a pie.”

La persona que había dicho eso, era Dante, un mercenario alto de rango A que estaría al mando de los escuadrones del 2 al 6. Él también es líder de su grupo, el cual fue designado como escuadrón 2. Dicho grupo está compuesto por tres hombres y dos mujeres, su rango grupal actual es B.

En vista que estos parecen ser mercenarios con mucha experiencia, James estuvo atento a cualquier consejo que mencionaran sobre dicha profesión. Cualquier otra cosa relacionada con la caza de monstruos solo lo tendría en cuenta, mas no necesariamente lo aplicaría, ya que él también tiene muchos años de experiencia cazando bestias, y en ese tiempo ha desarrollado lo que se podría decir como su propio método de combate.

“Lo primero que haremos es desplegar un par de drones para realizar un reconocimiento previo a la entrada de la gran selva toxica.”

Esta vez, quien habló fue Braham, un mercenario robusto de rango B que estaría como la segunda persona al mando. El sujeto también es el líder de su grupo, que está conformado por dos hombres y dos mujeres, ellos poseen el rango grupal C. Actualmente es nombrado como el escuadrón 4.

La líder del escuadrón 3 es una mercenaria rango A conocida como Lizi, su grupo está conformado por cinco mujeres. En opinión de James, varias de ellas son bastante hermosas. Su rango grupal es A.

Al grupo de James se le designó como el escuadrón 5. Está conformado por dos mujeres, Alize y Olivia. Su rango grupal es D.

El escuadrón 6 está conformado por dos mujeres y un hombre, su líder es Edgar un mercenario rango C. Su rango grupal es D, al igual que el grupo de James.

El resto de escuadrones del 7 al 12 quedaron bajo el mando de otra persona.

Mientras que los escuadrones del 2 al 6 avanzarían por el este, los escuadrones del 7 al 12 lo hacían por el oeste.

Como la gran selva toxica es un lugar muy peligroso, cada uno necesitaba ir lo más protegido posible. Es por ello que todos llevaban consigo un traje de protección.

Durante las compras del día anterior, James se tomó el tiempo para comprar el suyo. Una variante del traje de protección ARK enfocado en la libertad de movimiento.

“Tenemos imágenes enviadas por los drones de reconocimiento. No parece haber demasiadas bestias por los alrededores de la frontera. Aprovecharemos esta oportunidad para entrar en la gran selva toxica.” (Braham)

Los drones que ahora se encontraban al vuelo eran los modelos Hex 2 de la empresa Anubis Electronics. Al tener una autonomía de seis horas de vuelo, los que se encargaron de la exploración se tomaron su tiempo. Al parecer querían evitar que surgiera algún enfrentamiento innecesario tan pronto se ingresara al territorio de la zona prohibida.

“Ya lo oyeron muchachos, llegó la hora de ganarse lo que vale la recompensa.” (Braham)

(Por una recompensa de 80.000 Oru, muchos estarían dispuestos a aceptar una mision, sin embargo, teniendo en cuenta el peligro, no estoy seguro de si sale a cuenta.) (James)

Pensando en el hecho de que había una menor cantidad de mercenarios en comparación a la mision anterior, James le siguió el paso a Dante hasta el otro lado de la frontera, al igual que los demás mercenarios.

Una vez que los escuadrones ingresaron en la gran selva toxica, enseguida James sintió una extraña sensación que le hizo erizar la piel.

La copa de los árboles se veía bastante elevada. Con una amplia extensión de ramas, los rayos del sol apenas lograban alcanzar el suelo. Los arboles jóvenes podían tener problemas debido a esto último, después de todo, la luz del sol es un elemento esencial para su crecimiento. El color de las cortezas era de un tono marrón oscuro y con una textura que era consistente. Las hojas eran de un color verde oscuro, sin embargo, no parecían estar enfermas o con alguna deficiencia, de hecho, al tocarlas, la sensación era sólida, lo que indicaba que debía haber otro factor interviniendo en su nutrición y crecimiento.

Hace un momento no lo parecía, pero ahora el entorno se encontraba rodeado de una ligera neblina, por alguna razón, James no sentía nada bueno proviniendo de ello. No obstante, para seguir con la mision debían adentrarse aún más en la selva, lo que implicaba tener que pasar por la niebla. Resignándose a cualquier idea de retirada anticipada, este tuvo que concentrarse en sus sentidos, entrando en un estado de alerta constante.

“¿Soy solo yo o el clima aquí se siente algo frio?” (James)

“Hmm, ahora que lo pienso, es cierto, hace algo de frio en este lugar.” (Olivia)

*-*-*

Trascurrieron unas horas caminando, tomándose ciertos momentos para descansar.

Durante el trayecto llegaron a aparecer unas cuantas bestias entre rango medio a rango alto. Enseguida los escuadrones veteranos entraron en acción para eliminarlos. Para James era impresionante ver como algunos utilizaban sus habilidades en conjunto con sus armas, esto de alguna manera le hacia recordar al escuadrón en el que estaba, cuando la comunidad donde vivía aún existía.

De momento su objetivo era llegar hasta la ubicación del escuadrón 1. Ellos aún no tenían capturado a Hamlet, pero según el informe que enviaron, aun le estaban siguiendo el rastro. Con la colaboración de los refuerzos, solo sería cuestión de tiempo para atraparlo.

“Oigan, ¿ustedes han escuchado el rumor sobre la bestia de tipo planta que habita esta selva?”

“¿Uh?” James

Mientras seguían caminando, quien se les había acercado por un momento fue una de las mercenarias del escuadrón 3. Ella se veía joven, quizás estaba en principios de sus 20 años. Se veía como una chica bastante animada.

“Creo que no he estuchado ningún rumor sobre eso.” (James)

“Trata sobre un experimento que realizó el personal científico del Reino de Santia hace muchos años. Fue aquí en la zona prohibida, así que no hay muchos detalles al respecto. Se dice que lo hicieron con el fin de acelerar el crecimiento de las plantas. De esa manera los cultivos tomarían menos tiempo para llegar a la temporada de cosecha, sin embargo, algo salió mal, y las plantas que eran objeto de estudio siguieron creciendo de forma descontrolada. Se dice que nuevas bestias surgieron de esas plantas genéticamente modificadas.”

“Ya veo. ¿Entonces viniste aquí para comprobar si el rumor es cierto?”

“Jeje, los novatos suelen ponerse nerviosos al escuchar historias como esa. Parece que contigo no funcionó.”

“Aunque soy nuevo en el gremio de mercenarios, yo he enfrentado bestias desde hace muchos años. Algo como una bestia de tipo planta no es gran cosa, son molestas, pero no son tan peligrosas como otras bestias.”

Lo que James decía era por experiencia propia. Ese tipo de bestias sí que eran algo bastante problemáticas. En su caso, la última vez que enfrentó una, fue cuando aún vivía en la comunidad. Mientras estaban explorando una zona en busca de suministros, su escuadrón se encontró con personas que actuaban de forma muy extraña. La forma en la que ellas caminaban y su comportamiento era como si fueran una especie de zombi, sin embargo, la realidad era que la bestia de tipo planta esparcía un polen que, al respirarlo, ingresa en el organismo y afecta el sistema nervioso. Con eso la bestia podía controlar a las personas.

James solo esperaba que el rumor sea solo eso, un rumor. Porque en caso de tener que lidiar de nuevo con una bestia así, no iba a tener de otra que usar el traje CAET. Aunque James no quería depender tanto del traje, al final eso era una herramienta que tenía a disposición y debía usarla cuando más lo necesitara. Claro que también debía tener en cuenta evitar que lo relacionen con el incidente en pueblo Gali.

“De todas formas, sea verdad o no, estuvo interesante.” (James)

“Verdad que sí.”

*-*-*

“Por cierto, Olivia.” (James)

“Si, dime…” (Olivia)

“Tengo una duda desde hace unos minutos, ¿No hubiera sido mejor sobrevolar la selva para llegar hasta el escuadrón 1 en vez de alcanzarlos caminando?” (James)

“No, volar por los cielos presenta un gran peligro debido a ciertas bestias que ahora están gobernándolo, a lo mucho podemos utilizar vehículos aéreos no tripulados. Lo mismo va con el mar, es demasiado peligroso.” (Olivia)

“Uh, ahora que lo pienso, solo he visto vehículos terrestres y vehículos aéreos no tripulados (drones) a la venta. Pensé que eso se debía a la zona en la que se encontraba la ciudad. ¿Qué tipo de bestias voladoras has visto?” (James)

“Una vez vi una bestia bisrotris. Su cuerpo es gigante y aplanado. Su boca es larga y con grandes dientes afilados. A los lados de sus cuerpos tienen unas largas alas, que aparecen más a unas aletas. Muchos lo asemejan a un ser proveniente del mar, en vez de un ser volador. Esto se debe porque no posee plumaje. Aun así, fuera de su aspecto, es muy peligroso. Ellos han derribado incontables drones de reconocimientos en el pasado. Como son muy rápidas en el aire, es casi imposible escapar de ellas.” (Olivia)

“Así que es por eso.” (James)

*-*-*

“Dentro de poco caerá la noche. Aquí será el lugar donde montaremos el campamento.” (Dante)

Los escuadrones llegaron a una zona algo espaciosa, aun así, todavía se veía como los grandes árboles seguían cubriendo gran parte de la vista hacia el cielo. Era un poco desconcertante, durante todo el trayecto no encontraron ningún lugar lo suficientemente extenso para construir una base provisional, incluso en estos momentos el espacio que se pudo encontrar apenas se podría considerar “amplio” en comparación a otros bosques dentro del reino.

En cuestión de un par de horas la noche llegó. Cada escuadrón se encargó de armar las tiendas de compaña que estarían utilizando. Las comidas iban almacenadas en sus respectivos brazaletes dimensionales así que no había problemas por ese lado. Todo parecía ir muy bien. No obstante, hacía rato que la selva estaba muy silenciosa.

No se escuchaban los sonidos de las aves ni de los insectos. Aunque en realidad fueran provenientes de las bestias, al menos uno sentirá algún alivio sabiendo que había algo ahí, y si se acercaba, este solo sería incluido al plato de la cena. Sin embargo, la selva estaba completo silencio, con esto solo surgía la incertidumbre de si había o no algo viendo desde la profunda oscuridad, o si solo era su imaginación.

“Creo que deberíamos irnos a dormir temprano… Iré a preguntar sobre la rotación de la guardia nocturna.” (Olivia)

“Está bien. Yo estaré vigilando la zona por aquí mientras te espero.” (James)

Mientras Olivia caminaba hacia la tienda de campaña de Dante, vio que los demás mercenarios que no estaban de guardia, estaban en lo suyo, comiendo, charlando e incluso revisando de nuevo que todo estuviera en orden con sus equipamientos.

La noche parecía que iba a ser larga. El entorno no parecía tranquilo, pero tampoco demasiado tenso, pero eso lo más posible es que se debía al drástico cambio de ambiente, después de todo no se podía evitar el tener que comparar cualquier otro bosque dentro del reino con la gran selva toxica.

“Señor Dante, he venido para consultar sobre la rotación de la guardia nocturna, el…”

Antes de que Olivia pudiera terminar de decir sus palabras, varios disparos comenzaron a escucharse varios metros afuera de la tienda donde estaban.

“¿Eh?” (Olivia)

A pesar de que Dante estaba prestando atención a lo que Olivia quería decir, enseguida se tuvo que levantar de su silla para salir de la tienda y averiguar lo que estaba sucediendo.

Lo que se encontró afuera fue con los mercenarios que estaban charlando, ahora enfrentando a un grupo de bestias con forma de tigres. Las únicas que pudo identificar fueron Blackpanthers y Trispanthers, pero eso no era lo importante en esos momentos, si no tomar acción inmediata.

*-*-*

Al escuchar los disparos James enseguida entró en alerta. Le dijo a Alize que tomara su arma y le cubriera desde la retaguardia.

En un principio parecía que solo era un ataque repentino de bestias de nivel medio, pero luego de eliminar a unas pocas, los mercenarios recibieron desde los arboles una inesperada lluvia de lanzas.

No todos tuvieron tiempo suficiente para resguardarse de los proyectiles. Los afectados recibieron muchas heridas, de las cuales habían algunas que eran graves.

“¡NECESITAMOS A UN MEDICO! ¡Tenemos a varios heridos aquí!”

Rápidamente los gritos de ayuda comenzaron a escucharse. Lo que hace un momento parecía ser una incómoda tranquilidad se volvió un campo de batalla, y lo peor es que el enemigo aún se mantenía oculto.

(No hay manera de que un ataque como este lo hayan hecho simples bestias, ellos no tienen la suficiente inteligencia para portar armas.) (James)

Mientras James le hacia frente a las bestias que se encontraba, este también intentaba acercarse a los heridos para curarlos con su habilidad.

Para varios de ellos ya era demasiado tarde. Esos quedaron marcados en la conciencia de James por un tiempo. Uno de ellos fue un sujeto donde la lanza había quedado clavada en medio de su cráneo. Otra era una chica donde dos de las lanzas le atravesaron la zona del torso. Y una más donde la lanza le había dejado una mano clavada a un árbol, mientras intentaba quitársela, fue atacada por una de las bestias, dejándole el rostro deformado.

(Esta situación se está complicando. Si las cosas siguen así, tendremos que retirarnos de este lugar.) (James)

Mientras James seguía en la tarea de usar su curación, los demás mercenarios que no resultaron heridos ya estaban entrando en acción.

“¡Escuadrones reporten su situación…!” (Dante)

“Aquí escuadrón 6, estamos enfrentando algunas bestias. No hemos tenido heridos ni perdidas de momento.” (Edgar)

“Del escuadrón 5, dos de nosotros estamos combatiendo contra las bestias mientras protegemos algunos de los heridos. Uno de nuestros miembros se estaba dirigiendo a su posición antes del ataque.” (James)

“Escuadrón 3 reportando, tenemos a un miembro que resultó herida… Y perdimos a otra. El escuadrón 5 está aquí apoyándonos en el combate contra las bestias.” (Lizi)

“Aquí el escuadrón 4. Tenemos a un herido. Hemos perdido a dos miembros. Los demás estamos combatiendo contra las bestias… También encontramos los cuerpos de dos chicas del escuadrón 2.” (Braham)

“…” (Dante)

La expresión seria en el rostro de Dante enseguida cambio al escuchar la última parte en el informe de Braham. Por un lado, se veía triste, pero a la vez molesto, sin embargo, esta no era la primera vez que el perdía a un compañero importante. En su interior estuvo lamentándose por su muerte, pero ese no era el momento. Sin perder más tiempo, este dio sus siguientes órdenes.

“Escuadrón 6 céntrese en recoger a los heridos. Tráigalos hasta mi tienda de campaña. Escuadrón 5 mantenga su posición y proteja a los heridos mientras el escuadrón 6 llega en su ayuda. El resto de escuadrones del 2 al 4 enfrentaremos la amenaza enemiga.” (Dante)

Tras recibir sus órdenes, los mercenarios se pusieron manos a la obra. En cuestión de minutos, la cantidad de bestias fue disminuyendo. No obstante, la lluvia de lanzas seguía siendo recurrente.

En más de una ocasión, James dirigió sus disparos hacia la dirección donde provenían las lanzas, pero segundos después, el proyectil volvía a ser lanzado de nuevo y lo hacía desde la misma posición.

(Que cosa son ellos, no parece que se detengan con lo de las lanzas.) (James)

Las granadas parecían ser lo único que realmente hacia efecto. La oscuridad de la noche no ayudaba, pero poco a poco los enemigos fueron cada vez menos.

*-*-*

“¿Están bien? ¿Alguien más a resultado herido?” (Dante)

Llegado cerca de la medianoche los ataques cesaron. A la gran mayoría les faltaba el aliento. El combate había resultado más intenso de lo esperado.

Luego de comprobar que todos los heridos fueron atendidos, Dante y Braham se reunieron para decidir lo que harían a continuación.

“Actualmente de los 24 que éramos, hay 9 heridos, incluyéndome, y 5 muertos.” (Braham)

“Mierda, y dos de ellos eran miembros de mi grupo. Solo 10 de nosotros puede seguir combatiendo… ¿Qué pasa con ese repentino ataque sorpresa? En serio, parecía estar muy coordinado. Es imposible que sea organizado por bestias. ¿Acaso Hamlet lo hizo? Tengo entendido que él puede controlar a las bestias, pero no tenía idea de que fuera hasta este punto.” (Dante)

“No pudimos identificar lo que nos estaba atacando desde los árboles. Estaban situados a una gran altura y aprovechaban la oscuridad para ocultarse. Aunque los buscamos con las linternas, no logramos ver a ninguno.” (Braham)

“Joder… Esta mision se está volviendo un desastre. A este punto vamos a ser nosotros los que necesiten refuerzos.” (Dante)

Entre los años que Dante tenia de experiencia como líder de grupo, era la primera vez que le sucedía algo como eso. En solo un ataque, más de la mitad de las tropas sumaban heridos y muertos. Como la persona al mando, él se encontraba en la parte superior haciendo lo que podía por los que lo apoyaban desde abajo. Trataba de hacer todo lo que estuviera en sus posibilidades, guiando para mantener las pérdidas lo más bajo posible. No obstante, en esta ocasión, por como lo veía, la situación parecía estar por completo fuera de sus manos.

“No hemos tenido contacto con el escuadrón 1 desde que entramos en esta gran selva. ¿Cómo podemos estar seguros de que aun están con vida?” (Braham)

Al escuchar la pregunta, Dante gruño mientras fruncía el ceño. Él tampoco tenía idea de si el escuadrón 1 seguía respirando, si necesitaba ayuda urgente, o si terminaron teniendo mejor suerte que ellos.

“El escuadrón 1 es un grupo considerado rango A, sin embargo, entre ellos tiene a un mercenario de rango S. Me refiero a Han Logan. Sus posibilidades de supervivencia son altas. Lo que aún no me termina de convencer, es que ellos no hayan informado nada sobre lo que nos acaba de suceder. Me parece poco probable que ellos no se hayan topado con bestias como estas.” (Dante)

“Ciertamente es muy raro. Entonces, ¿qué aremos ahora?” (Braham)

“Esta selva está plagada de bestias, sin embargo, eso ya lo sabíamos. A partir de ahora seremos aún más cuidadosos, y haremos…” (Dante)

Esta vez fue Dante quien no pudo terminar de hablar cuando varios disparos sonaron desde afuera de la tienda de campaña.

“¿Otra vez? ¿Ahora que está pasando?” (Dante)

Dante y Braham se levantaron de sus sillas de forma apresurada y salieron de la tienda para averiguar lo que ahora estaba sucediendo.

Lo que vieron ambos los dejo boquiabiertos. Los mercenarios esta vez les disparaban a unos largos tentáculos de color rojo oscuro que sobresalían desde los árboles.

“¿Que carajos?” (Dante)

Lo veía y no lo creía. Dante pensaba que esa selva debía de estar siendo habitada por algún tipo de ente extraño y bizarro que intentaba echarlos. Él tenía una mision que hacer, pero tampoco quería seguir perdiendo gente.

“¡SE ACABO! ¡Nos retiramos de este lugar!” (Dante)

Como si los tentáculos lo hubieran escuchado, estos se extendieron por encima del campamento para luego descender. Sus comportamientos eran irregulares, pero de repente todos se coordinaron, desplazándose de manera ágil y fluida entre las ramas de los árboles.

En cuestión de segundos, todos los mercenarios, incluyendo a los heridos, fueron tomados por los tentáculos.

Seguido de eso, sin que tuvieran manera de poner resistencia, cada uno de ellos fueron llevados a lo más profundo de la gran selva toxica.

“EstA nO Es sU tUmbA… pErO sOn mAs quE bIEnvEnIdOs A EllA.”


Si ven algun error, lo comentan y se arregla.


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