Lluvia Creciente – Capítulo 18: Llegada a ciudad Lagoon

“Los arboles sí que han crecido bastante en estos últimos 600 años” (James)

Ese fue un comentario que hizo James hace unas horas mientras saltaba entre las ramas de los árboles, tratando de evitar cualquier posible contacto con las bestias, su destino, la ciudad comercial Lagoon. En el camino, hasta ese momento solo había podido admirar el paisaje a su alrededor. Cientos de kilómetros de bosques y ciertas zonas, los restos de civilizaciones en ruinas, James no podía dejar de pensar en cómo la naturaleza hizo su trabajo, al cubrir con árboles, enredaderas y moho a todo rastro de lo que dejo la humanidad.

*-*-*

Actualmente, en un desierto, faltando unos pocos kilómetros para llegar a ciudad Lagoon, James caminaba en su dirección mientras intentaba no colapsar por el calor abrasador del mediodía.

“¿Qué pasa con este calor infernal? y pensar que hace unas horas estaba rodeado por kilómetros de puro bosque.”

Luego de haber despertado en la mañana, James decidió quitarse el traje y controlarlo a distancia, usando la tecnología de respuesta autónoma, que permitía mover el traje usando movimientos físicos como comando y gracias a unos lentes multifuncionales que estaban equipados dentro del traje. Este podía alternar entre ver lo mismo desde la perspectiva del traje o solo desde su propia perspectiva, aunque los lentes también tenían incorporada otras funciones adicionales, muy similares a los del casco del traje, como el radar, la visión nocturna y la visión térmica.

Mientras caminaba con cara de pocos ánimos y con los hombros un poco caídos, de repente entro en su línea de visión a varios cientos de metros, una camioneta deportiva moviéndose a gran velocidad. Antes de intentar llamar su atención para pedir que le diera un aventón hasta la ciudad, James se dio cuenta de que el vehículo estaba siendo perseguido por un grupo de bestias con forma de lobo.

“Parece que están en problemas.” (James)

Sin pensarlo demasiado, James proyecta un rifle de francotirador Dragunov, equipado con un cargador con diez balas de acero.

La razón de esa arma, fue que antes de salir del pueblo, James recordó que había un soldado francotirador que había eliminado, por lo que no dudo en buscar su arma. Afortunadamente, con la interfaz G.E.A. pudo identificar un arma similar en su base de datos, la Dragunov y a partir de ese modelo, este pudo hacer una versión idéntica del arma.

Con destreza, sitúa la mira, apuntando hacia las bestias, pero desafortunadamente, antes de que pudiera jalar el gatillo, las bestias logran alcanzar la camioneta. Empujándola de un lado a otro, estos hacen que el vehículo se estrelle contra una gran piedra que estaba a un lado del camino, causando que se volteara.

“Parece que esto va a volverse complicado.” (James)

Mientras que las bestias lobo estaban rodeando la camioneta, James se prepara para disparar y jala el gatillo. Las bestias sin saber exactamente lo que estaba sucediendo comienzan a caer una por una.

Cuando estaba a punto de acabar con el último lobo, después de disparar la bala, James se percata que esta es repelida.

“¿Mmm? ¿Tiene una habilidad que le permite endurecer su cuerpo?” (James)

“Es impresionante que pudiera resistir el impacto de una bala de acero.” (James)

Sin perder el tiempo, James proyecta una bala especial que había diseñado recientemente y la coloca en la recámara del arma, al disparar la bestia intenta hacerle frente, pero esta vez la cabeza del lobo termina hecha pedazos debido a una pequeña explosión. Lo que había sucedido es que esa era un nuevo tipo de bala explosiva que James estuvo diseñando desde hace dos noches, la cual explota al hacer contacto con el objetivo.

Habiendo acabado con todas las bestias, James se acerca con rapidez a la camioneta que estaba volcada hacia abajo, para comprobar el estado de las personas dentro del vehículo.

“Oigan, ¿están bien?” (James)

Al no haber respuesta inmediata, surge una preocupación en James pensando que tal vez no los pudo salvar, pero al entrar en la camioneta este logra calmarse al saber que aún seguían respirando y sus pulsos estaban estables. Al parecer se habían desmayado debido al impacto.

Estando seguro de que ninguno tenía una lesión grave, James procede a sacarlos del vehículo. El primero fue una chica joven, al parecer en sus 17-19 años. Llevaba un vestido elegante de color negro, aunque no se le veía muy ajustado, se podía apreciar su clara figura femenina. El segundo era un hombre que aparentaba unos 40 años y llevaba puesto un traje de mayordomo a la medida.

James los levanta a cada uno, colocándolos sobre unas colchonetas que había proyectado con antelación a un lado de la camioneta donde hacía más sombra.

“A ver, con mi habilidad deberían recuperarse pronto.” (James)

Al utilizar su habilidad de curación no pasó mucho tiempo antes de que despertaran.

*-*-*

“¿Mmm?, ¿qué?, ¿dónde estoy?” (Chica joven)

“Hey, ¿estás bien?” (James)

En el momento que James estucho la voz de la chica antes inconsciente se percató que ambas personas estaban recuperando la conciencia.

“¿Quién eres tú?” (Chica joven)

“¿Ah, debes ser uno de los mercenarios contratados por la familia Yoshida, cierto?” (Chica joven)

“¿Familia Yoshida?, ¿mercenario?, ¿de qué estás hablando?” (James)

“No te hagas el tonto, estas planeando hacerme algo, ¿verdad?” (Chica joven)

“Señorita, por favor cálmese.” (Hombre preocupado)

La chica parecía estar un poco alterada luego de despertar, pero no tanto por el ataque de las bestias lobo si no por otra cosa que James aun desconocía. Aunque el hombre con uniforme de mayordomo la intento tranquilizar, al parecer no estaba teniendo mucho efecto.

“No te preocupes Iván, no permitiré que este sujeto nos haga nada.” (Chica joven)

“¿A ver, no entiendo bien lo que está pasando, te podrías explicar?” (James)

“¿Señorita, este sujeto no fue quien nos salvó?” (Iván)

La chica al escuchar lo que dice el sujeto al que llamó Iván, entre cierra sus ojos y analiza la cara de James, así como su vestimenta como si tratara de encontrar algo en específico.

En ese momento, James llevaba unas ropas casuales, camisa de rayas horizontales color azul y blanco, pantalones azul oscuro y unas botas marrones de alpinismo con un rifle de francotirador en mano.

“Bueno, puede que tengas razón.” (Chica joven)

“Solo soy alguien que estaba pasando por aquí y vio que estaban en problemas, eso es todo.” (James)

“Qué vergüenza, me disculpo.” (Chica joven)

“Está bien, no hay problema. Supongo que fueron los nervios. Al ser perseguidos por esas bestias y luego despertarse junto a una persona que no conoces puede hacer que cualquiera se sienta confundido.” (James)

“Yo también me disculpo, a pesar que entendí la situación primero, no fui capaz de decirle a la señorita.” (Iván)

“En fin, los dos están bien así que no importa. Por otro lado, parece que se han quedado sin un vehículo de transporte.” (James)

“Ah, no se preocupe, a pesar del impacto que sufrió la camioneta, los daños de seguro deben ser menores.” (Iván)

“El único problema sería voltearla nuevamente en su posición original.” (Iván)

“En ese caso, voy a intentar una cosa.” (James)

Usando off limit, James se dispone a voltear nuevamente el vehículo, colocándolo en su posición. La chica y el mayordomo quedan boquiabiertos al ver ese espectáculo y no dudan en realizar varias preguntas.

“Usted es increíble, ¿es un usuario de habilidad?” (Chica joven)

“Mmm, si, supongo.” (James)

(¿Usuario de habilidad? Imagino que será así como les dicen a quienes pueden utilizar habilidades.) (James)

“Por cierto, mi nombre es James Miyagi.” (James)

“Oh, que descortés de mi parte, mi nombre es Aurora Noel y él es mi mayordomo Iván Nixon.” (Aurora)

“Es un placer.” (Iván)

“Igual, el gusto es mío.” (James)

Mientras Iván se disponía a encender la camioneta y revisar que todo estuviera funcionando correctamente, la chica Aurora por alguna razón seguía bombardeando a James con una pregunta tras otra.

“¿Y dime estas viajando solo?” (Aurora)

“Si, actualmente estoy dirigiéndome hacia ciudad Lagoon.” (James)

“Ah, que coincidencia nosotros también nos dirigimos ahí.” (Aurora)

“Dime ¿de dónde vienes? ¿has estado caminando todo el trayecto hasta aquí?” (Aurora)

(Para parecer una chica cerca de los 20 años, su curiosidad la hace parecer una de 10 años.) (James)

“Llevo viajando por un tiempo, tenía un vehículo, pero terminé topándome con unas bestias un tanto peligrosas y tuve que dejarlo atrás.” (James)

Aunque James esperaba que las preguntas cesaran después de esa pequeña mentira, lo que le espero fueron unas cuantas más, y no fue sino después de unos minutos que el mayordomo Iván intervino, aunque solo dijo que ya estaban listos para retomar el viaje sin problemas.

“Señorita, ya terminé de hacer una revisión a la camioneta y no hay problemas que puedan presentar un peligro para usted, así que podemos continuar con nuestro camino.” (Iván)

“Excelente, James ya que nos dirigimos al mismo sitio, te podemos dar un aventón como agradecimiento por salvarnos.” (Aurora)

“Muchas gracias, será de ayuda.” (James)

En el camino mientras se dirigían en dirección a ciudad Lagoon, James estaba atento a cualquier presencia hostil en las cercanías. No obstante, Aurora en ocasiones seguía lanzando preguntas al azar buscando de sacarle conversación a James.

*-*-*

Luego de varios minutos, la ciudad comercial Lagoon ya era visible a la distancia, tal y como se lo había explicado Larisa la mayoría de las ciudades en este reino eran amuralladas, llegando a medir alrededor de 15 metros de altura.

Mientras el vehículo en el que estaban se acercaba cada vez más, James usando sus lentes multifuncionales, activa la función de visión aumentada para ver a grandes distancias. Lo que observó en la entrada de la ciudad, fueron a unos hombres vestidos como militares que están solo parados a un lado. Suponiendo que son guardias, era poca la posibilidad de que lo detuvieran por haber combatido contra los soldados de esta misma nación ya que era imposible que hubieran visto su rostro, aun así, tenía una duda en mente y era que, si le pidieran alguna identificación para pasar, él lo más seguro es que estaría en problemas. Es más, era posible que incluso lo detuvieran por andar sin una identificación, por lo que tuvo que pensar en alguna mentira lo antes posible. Sin embargo, al momento de que llegaron a la entrada de la ciudad, apenas los guardias dieron un vistazo a Aurora dentro del vehículo, los dejaron pasar sin más complicaciones.

James estaba un poco confuso, desde el principio tenía una idea de que Aurora era de alguna clase de familia con poder, pero no hasta tal punto.

Un par de minutos después, la camioneta llega al portón de una gran mansión, y James no puede dejar de estar en alerta internamente mientras mantiene una cara de póker. Cuando el portón se abre, Iván conduce la camioneta hasta llegar al frente de la mansión. Luego de detenerse, este sale del vehículo para abrirle la puerta trasera a Aurora. Lo había hecho de una manera tan natural que se notaba sus años de servicio trabajando para esta familia.

*-*-*

Una vez adentro, a James le toca esperar en la sala de recepción, pero luego de unos pocos minutos, un hombre con un traje formal se presenta ante James como Tiberio Noel, el padre de Aurora, dándole las gracias y colocando un pequeño bolso en la mesa de madera frente de él.

Por el sonido metálico y pesado que hizo el bolso al caer, James supuso que debían ser monedas, cosa que pudo confirmar luego de que Tiberio abriera el bolso, dejando la sala en donde se encontraban en un repentino silencio. Aunque no estaba seguro ni siquiera de un aproximado de cuánto dinero podía haber en ese bolso, la realidad es que el bolso estaba repleto de monedas de oro. Era obvio que esa era una cantidad muy generosa, pero entregar tal cantidad a un completo desconocido por salvar a su hija parecía una situación un poco complicada.

(Supongo que, para cerrar este asunto lo antes posible, prefiere resolverlo con una recompensa por mi trabajo, incluso por escoltarla esta la ciudad.) (James)

“Con esta cantidad estoy seguro que podrás vivir confortablemente de ahora en adelante, si piensas que no es suficiente te daré más…” (Tiberio)

Al escuchar esas palabras dichas con un tono serio y solemne, James tenía la idea que parte de lo que dijo era alguna especia de prueba que le estaban haciendo, así que este responde con la misma seriedad, aceptando la recompensa.

“Es más que suficiente, no puedo recibir más dinero de usted, solo elimine algunas bestias.” (James)

“Usted es muy modesto, no se preocupe, después de todo usted ha salvado nuestras vidas.” (Iván)

“No, no puedo, incluso me trajeron hasta la ciudad.” (James)

En poco tiempo, James ya estaba percatándose de la situación, la cantidad de dinero más que generosa, era exagerada, James suponía que era para que no mencionara nada del incidente con las bestias.

Mientas James recogía el bolso repleto de monedas, notó enseguida que su peso rondaba los 20 kilogramos, por lo que hizo un cálculo rápido.

Suponiendo que cada moneda de oro pesara unos 50 gramos, si se dividía eso entre los 20 kilogramos, el resultado vendría siendo unas 400 monedas, James no estaba seguro de cuanto seria el valor de una sola moneda de oro, pero si Tiberio mencionó que con esa cantidad se podía “vivir confortablemente” entonces deben tener un gran valor.

“Entiendo y acepto esta cantidad, además es más conveniente para usted de esta manera, ¿cierto?” (James)

“Agradezco que lo entiendas.” (Tiberio)

“James, te agradezco nuevamente por haber salvado a mi hija y a mi sirviente.” (Tiberio)

“Fue un error mandar a mi familia a un viaje de esa manera, en verdad eres nuestro salvador.” (Tiberio)

“Entiendo… Si me lo permite, quiero pedirle un favor, vengo de un lugar muy lejano y no conozco bien esta ciudad, estaría agradecido si me pudiera informar un poco sobre este lugar y su cultura.” (James)

“Mmm, ya veo, lo que buscas es información general si no me equivoco.” (Tiberio)

“Iván, ¿hay alguna persona capaz que le pueda ser de ayuda?” (Tiberio)

“Si… Señor James, ¿qué piensa de comprar un esclavo?” (Iván)

“¿Un esclavo?” (James)

“Si, en esta nación la esclavitud es legal, puede comprar el esclavo que desee, siempre y cuando tenga el dinero para comprarlo.” (Iván)

“¿Qué le parece? ¿Quiere dar un vistazo a la tienda de esclavos? Nuestra familia tiene ciertas conexiones con ellos.” (Tiberio)

“…” (James)


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