Lluvia Creciente – Capítulo 2: Niebla

[A partir de este capítulo cambiare el modo en la que escribía la palabra «Bestia» usando la «B» en mayúscula entre los párrafos por una «b» minúscula. Sin más que mencionar que disfruten el capítulo.]

*-*-*

Esa noche, James tuvo un extraño sueño en el que se encontraba de pie en el centro de una habitación sin puerta ni ventanas, esta tenía el tamaño de aproximadamente cinco metros cuadrados, estaba tan oscuro que apenas si alcanzaba a ver sus propias manos, pero por alguna razón, James estaba seguro de que esa habitación estaba vacía por completo.

“¿Mmm? ¿Y ahora donde se supone que estoy?”

James trataba de mantener la calma mientras intentaba asimilar la situación, pero antes de poder darse cuenta ya se encontraba con una repentina y densa niebla que se esparcía en los alrededores.

Cuando James intentó evitar dicha niebla, este se dio cuenta que no podía moverse como quería, pero eso no era todo, antes de intentar hacer algo, aparecieron de la nada dos esferas flotantes, cada una a los lados opuestos de la habitación, James estando confundido las observó y se percató que una era de color blanca, mientras que la otra era de color negro. Aun sin entender lo que estaba sucediendo, se centró en esas esferas, dándose cuenta que ambas tenían algo escrito sobre ellas.

En la esfera de color blanco decía [Curación] y en la de color negro [Manipulación gravitacional]. de alguna manera se entendió como que esas esferas representaban sus habilidades, no obstante, aún existía la incertidumbre de su localización actual, no se podía entender lo que sucedía o donde estaba.

Mientas trataba de aceptar su situación, en ese instante, justo en frente de James, aparece un gran emblema metálico en forma de escudo con detalles en color marrón y bordes en dorado. En su interior, estaban incrustados cuatro talismanes, James se quedó mirando fijamente ese gran emblema por unos segundos, pensó y pensó, hasta que por fin recordó algo, sin embargo, antes de que pudiera recopilar toda la información necesaria, James se despertó.

*-*-*

En la mañana del día siguiente, James se levanta confirmando que aún seguía en ese extraño bosque, al mirar arriba de su cabeza observó que los cristales en el cielo falso estaban tan brillantes al igual como el día anterior. Estando un poco decepcionado se levanta del suelo, no sabía cuánto había transcurrido mientras estaba durmiendo, por lo cual se sentía un tanto desorientado en ese aspecto.

“Al menos parece que ya amaneció.”

Estando aún con el casco puesto, logra darse cuenta que la pantalla en este ya estaba en funcionamiento, al menos parcialmente, además que aún tenía varias marcas de golpes en él. Como medida de seguridad, el traje estaba analizando la retina del James para confirmar que estaba autorizado para usar el traje, no obstante, ese proceso no tomo más que unos pocos segundos.

Tan pronto James obtuvo acceso al sistema, lo primero que hace es ejecutar un análisis completo del traje para conocer la cantidad y gravedad de los daños. Debido a ciertas fallas que aún persistían en los sensores del traje, el análisis duró más de lo previsto.

“Esto seguro va a tardar… Como sea, no me voy a quedar aquí sentado y sin hacer nada.”

Mientras esperaba, James intentó recordar parte del sueño que tuvo en la noche, sin embargo, tenía lagunas mentales y en el proceso decidió simplemente rendirse, así que estando un poco irritado prosiguió en levantarse de su cama improvisada para buscar algo de comida y agua.

*-*-*

Habiendo pasado unos minutos desde que James entró en el bosque, este vuelve al refugio habiendo conseguido cazar con éxito dos liebres al igual que el día anterior y de paso recogió algunas bayas rojas que encontró en el camino mientras regresaba.

Sin perder mucho tiempo, James enciende los restos de la misma fogata de anoche utilizando el mismo método y se dispone a cocinar carne asada de liebre mientras piensa en algún método para salir de ese extraño lugar, a su vez, James disfruta de las pequeñas bayas dulces, ignorando por completo el hecho de si esas bayas eran buenas para comer o si lo podrían llegar a terminar intoxicando. Pero eso realmente no parecía tener importancia para James, ya que después de haber entrenado su habilidad [Curación] por tres años, logró alcanzar una capacidad superior que, a pesar de no poder curar enfermedades, si tenía la destreza para expulsar de su cuerpo cualquier elemento dañino para su salud, para hacer eso solo sería cuestión de quitarse el traje y hacerlo.

“Debo dejar de perder el tiempo, una vez que termine de comer debo seguir buscando la manera de salir de aquí.”

Después de que la carne estuviera lista, fue devorada con rapidez.

“Le falto un poco de sal, pero supongo que no se le puede hacer nada en estos momentos.”

Al terminar de comer, James se propuso en hacer un rodeo cerca de la pared con la determinación de encontrar una posible salida, pero antes de empezar comprobó si el análisis del traje había terminado. No obstante, el porcentaje indicaba que aún faltaba un 17% para finalizar con el proceso de comprobación, a James le parecía muy extraño que estuviera tardando tanto en terminar, incluso estaba concluyendo de forma anticipada que el traje estaba en unas condiciones peores de lo que pensaba en un principio. Cómo James no tenía más opciones, prosiguió con lo que ya tenía planeado.

*-*-*

Luego de pasar cerca de un par de horas corriendo, James logra llegar a una zona con mucha neblina, pero sin darle mucha importancia sigue adelante, hasta encontrar lo que parece ser la entrada a un túnel, sin embargo, para su mala suerte, esta se encuentra bloqueada por un montón de piedras, posiblemente debido a algún derrumbe. La cara de James en ese momento era como si hubiera colocado en su boca alguna comida amarga o en mal estado.

“No puede ser tan mala mi suerte, como para que me pase esto. El único indicio de salida que encuentro y resulta que esta sellada.”

Hasta ahora ese era el único lugar posible para salir. James estando un poco molesto, se quita el traje para poder utilizar su habilidad de [Manipulación gravitacional] para retirar los escombros. Aplicando una gran presión en los alrededores, comenzó atrayendo los escombros hacia él, para luego desviarlos hacia un lado. Los primeros minutos logró avanzar a gran velocidad abriendo un túnel por delante, pero a medida que seguía se encontraba con piedras más grandes, volviéndose cada vez más difícil moverlas, tanto así que llegó a una parte donde ya no podía mover ninguna.

Luego de varios intentos fallidos, James se dispuso a descansar encima de una de las rocas que había lanzado en los alrededores. Mientras tanto estaba pensando en alguna alternativa para mover las piedras en un espacio tan pequeño.

James estuvo pensando por varios minutos, pero no encontraba una solución a su problema. Tanta era su concentración que no se percató de la niebla que cada vez se disipaba más en los alrededores, incluso ahora se podía apreciar un hermoso paisaje oculto por la niebla. No fue sino hasta que comenzó a sentir hambre, que se dio cuenta que a lo lejos en una colina estaba una gran casa de madera.

“¿Esto es en serio?”

Al ver la casa, James se levantó de la sorpresa y se coloca el traje para dirigirse rápidamente hacia ella pensando en la posibilidad de haya alguien viviendo en ese lugar, no obstante, en el momento que llegó logró observar que la casa se encontraba en un estado deplorable, como si hubiera pasado un largo tiempo desde la última vez que le hicieron algún arreglo o mantenimiento.

Con pocas esperanzas de encontrar a alguien, entró en la casa y observó un ambiente un tanto desolado con una gran cantidad de polvo y telarañas por todos lados. El piso parecía un poco inestable, por ello, al comenzar a inspeccionar la sala tuvo cuidado donde iba caminando. Avanzó por las habitaciones y al llegar a la tercera puerta, llego a su nariz un olor que era imposible no reconocerlo, el olor de la muerte.

James terminó abriendo la puerta para encontrar un cadáver, posiblemente debió ser el anterior dueño de la casa, por su aspecto, era notable que había pasado una cantidad considerable de tiempo desde que murió, él estaba sentado en frente de un escritorio con su mano encima de un libro, como si hubiera pasado los últimos minutos de su vida leyendo en tranquilidad.

Unos minutos después terminó saliendo de la casa con el libro que tenía el cadáver, después de quitarse el casco, prosiguió con abrir el libro reconociendo que estaba escrito a mano y en un raro idioma que por alguna razón podía entender. Comienzo a leerlo sin muchas expectativas, sin embargo, para su sorpresa era un diario de los sucesos que le ocurrieron al anterior dueño de la casa mientras estuvo encerrado en ese extraño lugar.


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